Sunday, August 12, 2007

El sábado a la tarde fui al c.c.rojas por el día de las películas familiares. Cuando empujé la puerta de entrada me asusté. No había nadie, el bar estaba cerrado, y me imaginé que a lo mejor se había suspendido por falta de público. Un señor que estaba sentado en una especie de recepción me dijo que las películas se veían en la sala del fondo. Antes de entrar escuché y miré con disimulo, siempre pienso que la gente me mira y se da cuenta de que soy una ridícula. Pero bueno, entré y, como era de esperar para cualquiera con un juicio un poco más centrado que el mío, nadie me dio bola. Estaba todo oscuro, un señor hablaba, y en la pantalla se veían unas imágenes que parecían de principios de siglo. Y si, eran del año '30 o del '13, no recuerdo. Había unos señores vestidos muy paquetes, y unas señoras de vestidos largos comiendo patas de pollo con la mano, había personas vestidas de blanco jugando al tenis (alguien comentó, "esto es re bioy"); había chicos que saltaban y convertían las raquetas en guitarras al ritmo de quién sabe qué. Entre proyecciones (ninguna duraba más de 5 minutos) observé que, además de wolf, que organizaba, había algún que otro redactor de publicaciones conocidas. Esta gente que usualmente sólo veo en el bafici me da fobia. Nadie me conoce, y soy tan autista que es probable que nunca reparen en mí (oh, yo, pobre campesina), pero igual, como corresponde a todo tímido ególatra, me siento en el centro, e imagino caras de gente del pasado surgiendo para escrutarme, para juzgarme, para reírse de lo gorda que estoy. En fin, nada de eso pasó, y las proyecciones se continuaron con filmaciones de los '50, de los '70, de los '80, y hasta una animación en lápiz y en plastilina de un tipo que la había hecho a los doce años. Qué lindo, qué lindo. Todo terminó en paz, y yo me fui hasta prometeo y me compré un libro de un mexicano con nombre francés que me devoré ahí nomás. Durante las dos horas siguientes me debatí entre comprarme ropa o ir a tomar un café. Finalmente no hice ninguna de las dos cosas. Caminé, miré, no me gustó nada. Para el café ya era muy tarde, sólo entré a un bar a hacer pis (no podía más), y de allí directo a mi casita.
Festejo, con esta entrada, haber vencido la barrera de los post cortos. Salto contenta :P